Moda ética y sostenible en pleno centro de Vitoria
28/05/2019«La moda ha cambiado y nosotros hemos evolucionado con ella». Mikel Feijoo Elzo es el director general y fundador de la firma SKFK, antes Skunfunk, un soplo de aire fresco en la era de la ‘fast fashion’. Su marca es un alegato a la moda sostenible y ética, trabajan el comercio circular y están decididos a que sus clientes se impliquen cada vez más por un cambio en el planeta. Recientemente reinauguraron su tienda en Vitoria, ubicada en el número 16 de la calle Independencia, y allí estuvo Álava Dmoda.
«Ahora mismo tenemos un compromiso muy fuerte con la reducción de emisiones de CO2. Creemos firmemente que todos como individuos y organizaciones tenemos que hacer algo concreto y nosotros lo hacemos reduciendo y compensando», explica Mikel, que comenzó con este proyecto en 1997. Además de una clara apuesta por las fibras orgánicas y ecológicas, SKFK realiza todo el transporte de sus prendas en barco. «Hemos dicho no al avión ya que es el medio de transporte más contaminante», explica Maia Curutchet, la directora creativa de la marca. Además, a través de su aplicación móvil, las clientas pueden rastrear el dióxido de carbono generado por cada una de sus prendas. «El 60% del impacto de una prenda reside en su tejido, pero también importa cada cuanto la usas, cómo la lavas o cómo la secas», desvela Curutchet.
Las clientas -SKFK ya solo tiene línea femenina- pueden rastrear el impacto de sus prendas en el medio ambiente y tomar decisiones documentadas, pero es cuestión de la marca ofrecer un producto cada vez más sostenible. Y en ello está esta firma vasca con tiendas en el resto de Europa y América. «Desarrollamos todos nuestros tejidos desde cero en las diferentes fábricas, no compramos ningún tejido en el mercado. De esta manera tenemos el control de nuestras producciones y nuestras fibras», explica Maia Curutchet.
La firma, que trabaja con artistas invitados para diseñar cada colección, produce sus prendas con diferentes materiales. «En Europa y Portugal solo trabajamos con fibras recicladas, que extraemos de la ropa que depositan los clientes en los contenedores de nuestras tiendas y en los contenedores de Koopera», señala la directora creativa, que está convencida de que el futuro de la ropa está en el reciclaje. Es un concepto que todavía no ha calado lo suficiente en España pero sí en el norte de Europa. «Allí demandan moda sostenible al igual que comida ecológica, aquí tenemos un concepto más bio de la alimentación pero que todavía no ha llegado a la ropa», reflexiona Curutchet.
«En India trabajamos algodón orgánico y certificado para tener una trazabilidad real, un circuito corto y comercio justo. Somos la única marca textil de España que cuenta en la actualidad con la certificación de comercio justo». El algodón se compra, con un año de antelación, a una cooperativa de pequeños agricultores con campos en los estados de Odisha, Maharashtra y Telangana, en la India. «El precio pagado es justo, y el compromiso a largo plazo reduce la presión económica sobre más de 35,000 agricultores», explican desde la empresa vasca.
En las fábricas de China, se trabaja con poliéster reciclado que procede de las botellas de plástico. Además, se realizan prendas con lyocell, una fibra a base de madera de eucalipto «muy duradera». En este tejido están realizadas varias de las prendas de la última colección, de nombre ‘Amelia’ en homenaje a Amelia Earhart, la primera mujer en cruzar el Atlántico en avión y en solitario. Muchos de los pantalones, monos, camisetas o pañuelos están realizados en lino o cáñamo «tejidos más ecológicos que el algodón». «Es una colección muy versátil, con prendas para el día a día pero también para ocasiones especiales y estampados geométricos inspirados en los árboles, la tierra, el mar, la lluvia, Chillida o los Tuareg», resume Maia Curutchet.
Publicado en el correo.com
Fecha de publicación 27 de mayo de 2019