SKFK, la moda sostenible de Lezama que quiere concienciar al mundo

05/04/2019

Mikel Elzo Feijoo es una de esas personas que se atreven a apostar por sus ideales para convertirlos en una forma de vida. Es el fundador de SKFK, una empresa de moda vizcaína en constante evolución, construida sobre los firmes cimientos de la sostenibilidad. Una filosofía que él y todo su equipo predican y por la que llevan años luchando, pensando y creando. Creando desde cero, uno de sus puntos fuertes, ya que todas y cada una de sus prendas están diseñadas de principio y a fin en sus oficinas de Lezama, algo que lo convierte en un valor añadido dentro de un mundo saturado por la producción incontrolada.

En opinión de Elzo, «la moda tiene vida». Una vida que rema al ritmo de los tiempos y que madura conforme lo hace también el factor humano que se esconde detrás de la marca. «La moda evoluciona y si la firma aguanta va evolucionando contigo», asegura. Lo que desde hace menos de un año se comenzó a llamar SKFK, nació hace casi dos décadas bajo el nombre de Skunkfunk. «Yo vivía en Londres, me cansé de vender ropa de otros y decidí hacerlo yo mismo», comenta Mikel recordando sus inicios. Ahora, es una reconocida firma que persigue su camino definitivo hacia la moda con conciencia, por la que llevan apostando fuerte desde 2010. Un cambio lento, una moda ‘slow’ que se ha ido modelando desde dentro hacia afuera. «Creíamos que había que visibilizar esa evolución», confiesa a Bizkaia Dmoda.

SKFK persigue un cambio e invita a consumir de una forma consciente y responsable. Por eso, su foco principal está puesto tres pilares básicos que defienden a capa y espada. Uno de ellos es la circularidad, un concepto que materializa en un programa de recogida de prendas donde colaboran con Koopera. En sus tiendas se puede depositar la ropa que se quiera desechar y ellos se encargan, mediante un complejo proceso, de transformarlas en unas fibras de las que luego sacan hilo y tejido útil para sus colecciones posteriores, cerrando así su propio círculo vital. Otro punto de inflexión está en la reducción de las emisiones de carbono, un plan en el que pretenden llegar a ser neutrales. Por ello, insisten en medir y reducir el impacto en cada paso del proceso textil, desde el transporte o el embalaje de plástico biológico hasta esa pequeña etiqueta de papel reciclado que cuelga de la prenda… Cada acción cuenta. «Solo si la mitad de los habitantes de Bizkaia hicieran cosas pequeñas se podría conseguir mucho», argumenta. Por último, también entra en juego el consumo exclusivo de energía verde en los 9.000 metros cuadrados de superficie que manejan, comprándosela a empresas de abastecimiento ecológico. Elzo es contundente: «Tienes más poder con tus compras que con tus votos. Con tus votos le estás dando poder a alguien que decide por ti. Con tus compras estás generando un mundo, dependiendo de lo que consumas».

Actualmente es la marca de moda que más factura del País Vasco y puede presumir de haber ganado a pulso algunas de las certificaciones ambientales más prestigiosas. En un mundo donde se ha puesto de moda etiquetar todo como sostenible, ‘eco’ y orgánico, creando una visible confusión en el público, ellos se posicionan como grandes defensores de la certificación. «Tiene un coste bastante alto pero, al menos, hay alguien detrás con credibilidad que avala todo el esfuerzo que estás haciendo», defiende. Además, es la única empresa de moda española que tiene el certificado GOTS (‘Global Organic Textile Standard’), que avalan la producción textil ecológica y socialmente responsable. Por si esto fuera poco, también están certificados para utilizar la etiqueta de algodón Fairtrade, gracias al impacto positivo que tienen sus producciones en India.

Desde el año 2014 han focalizado todos sus esfuerzos en la ropa de mujer, que antes compartía protagonismo con las colecciones masculinas. «La moda es una industria femenina», asegura. Diseños para mujeres hechos por mujeres. Tal y como revela Mikel, la empresa tiene 150 empleados, 50 de ellos en oficinas, y más de un 80 % son trabajadoras. «Hay muchos hombres, pero ‘la que corta el bacalao’ es la mujer. En el consejo de ‘managers’ hay el doble de mujeres que de hombres«, reconoce. Y es que, según dicen, siempre es más fácil crear poniéndose en la piel de quien se lo va a poner. SKFK lanza dos colecciones al año con prendas y estampados exclusivos dirigidos a una mujer «atrevida, diferente y consciente». Buceando en su colección primavera-verano encontramos una selección de prendas coloristas, femeninas y funcionales que llevan impreso ese toque creativo tan personal que les hace desmarcarse del resto y del que tanto se enorgullecen. En SKFK no solo compras diseño, compras la calidad que se esconde detrás de materiales orgánicos y ecológicos como el algodón libre de tóxicos, el lyocell, el lino y el poliéster o el hilo reciclado, unas prendas que siguen un ejercicio de patronaje ‘Zero Waste’, cuyo objetivo es aprovechar al 100 % el largo y el ancho del tejido sin generar desperdicios. De este modo, han conseguido dejar atrás su antigua imagen, dando lugar a una visión global y comprometida de la moda, «más madura, más boutique» y destinada a una mujer entre los 30 y los 50 años que compra de forma consciente y valora el diseño único.

El alquiler de ropa completará el proceso de circularidad que persigue la firma
«El alquiler de ropa es el futuro de la moda»

Como novedad de temporada y para dar mucha más movilidad al tema de la circularidad, van a lanzar próximamente un nuevo concepto de alquiler de ropa. «Es el futuro de la moda», asegura Mikel. «Las chicas necesitáis mucha ropa, otra cosa es que necesitéis poseerla, por eso proponemos alquilar. Estoy convencido de que el mercado va a ir hacia ahí». Este nuevo reto les permitirá tener ‘más fantasía’ a la hora de crear e, incluso, utilizar tejidos más caros. Es una iniciativa que se lanzará en España, Francia, Alemania y los países del Benelux, a través de todos sus canales y mediante un modelo de suscripción. A la vista está, que su interés por la búsqueda de nuevas fórmulas no entiende de límites y lo que más les honra es que trabajan siempre con fondos propios. Aunque su corazón es local, su mente es global y actualmente están presentes en 38 países. «Nunca hemos sido una empresa de mucha publicidad. Nuestro mejor márketing es el propio producto y eso nos da mucha felicidad», concluye.

Publicado en elcorreo.com
Fecha de publicación 4 de abril de 2019